En este post describiremos que es la incontinencia urinaria y como se puede tratar desde el área de fisioterapia.
¿Qué es la incontinencia urinaria?
Es la pérdida involuntaria de orina, objetivamente demostrable, que constituye un problema social e higiénico para el individuo que la padece (Camacho et al., 2003).
A pesar de que la incontinencia no implica un pronóstico de gravedad, limita la autonomía, reduce la autoestima y deteriora sensiblemente la calidad de vida de quien la padece (Martínez et al., 2009).
Es altamente prevalente en la población adulta y de dos a cuatro veces más común en mujeres que en hombres (Cano et al., 1999).
Tipos de incontinencia urinaria
Incontinencia urinaria de esfuerzo
Las fugas de orina se producen a causa de un esfuerzo (aumento de la presión intrabdominal). Estos aumentos de presión pueden deberse a una tos, risa, cargar peso, subir escaleras, bajar escaleras y en casos más graves incluso andar.
Se produce cuando la presión intravesical supera la presión uretral como consecuencia de un fallo en los mecanismos de resistencia uretral (Robles, 2006).
Incontinencia urinaria de urgencia
Las fugas de orina no se asocian a un esfuerzo. La paciente presenta urgencia miccional y a veces no es capaz de llegar al baño.
Esta sensación de urgencia es consecuencia de una contracción involuntaria del músculo detrusor vesical que suele estar hiperactivo.
Es la percepción de pérdida involuntaria de orina asociada tanto a urgencia como al esfuerzo.
¿Qué factores de riesgo predisponen a una incontinencia urinaria?
- Género: Las mujeres tienen mayor riesgo. Algunas de las razones son la longitud uretral, las diferencias anatómicas en el suelo pelviano y los efectos del parto (Nihira et at., 2003).
- Edad: a mayor edad mayor predisposición a sufrir Incontinencia urinaria debido entre otros factores a: disminución del tejido elástico, atrofia celular, reducción tono musculo liso, deterioro cognitivo, etc.
- Menopausia y hipoestrogenismo: La atrofia genital puede contribuir a la relajación del suelo pelviano así como a la deficiencia intrínseca del esfínter uretral (Sandvick et al., 2000).
- Peso:Un índice de masa corporal (IMC) alto se correlaciona con una mayor prevalencia de Incontinencia urinaria de esfuerzo y mixta.
- Parto: El embarazo en sí mismo puede causar cambios mecánicos u hormonales que predisponen a la incontinencia. De igual manera, el parto vaginal que en ocasiones produce lesiones neurológicas o musculares asociadas también podría predisponer a la incontinencia (Rortveit, 2001).
- Factores uroginecológicos: Los prolapsos de la pared vaginal y de los órganos pélvicos, la debilidad de los músculos del suelo pelviano, la cirugía uroginecológica previa, el estreñimiento, las cistitis y otras infecciones del tracto urinario son los factores más frecuentes.
¿Cuáles son los beneficios que aporta la fisioterapia?
- Favorece un mejor soporte de las estructuras pélvicas gracias a la mejoría en la fuerza muscular del suelo pélvico.
- Mejora la movilidad uretral
- Mejora la respuesta contráctil de los músculos cuando se realizan esfuerzos (coger peso, bajar o subir escaleras, etc.)
- Mejora la coordinación de unos músculos con otros durante la realización de esfuerzos (tos, risa, cargar peso, etc)
Tratamiento de fisioterapia de la incontinencia urinaria
La fisioterapia utiliza un conjunto de técnicas dirigidas a mejorar el tono de la musculatura del suelo pélvico a través de:
- Ejercicios terapéuticos destinados a mejorar la fuerza y contractibilidad de la musculatura del suelo pélvico y el músculo transverso abdominal, entre los cuales podemos destacar los ejercicios de gimnasia abdominal hipopresiva (GAH) o los ejercicios de Kegel.
- Bio-feedback o Biorretroalimentación
- Electroestimulación (Berghmans, 2000).
Los datos disponibles más recientes indican que la rehabilitación muscular del suelo pelviano reduce los episodios de IU en 54-72% y las tasas de curación/mejoría en ensayos aleatorizados varían entre 61 y 91% (Hay-Smith, 2001). Con estos datos, es éste el tratamiento de primera opción en mujeres con Incontinencia urinaria de esfuerzo leve y moderada.
Referencias
Berghmans, L. C. M., Hendriks, H. J. M., De Bie, R. A., Van Waalwijk, E. S. C., Doorn, V., Bø, K., & Van Kerrebroeck, P. E. (2000). Conservative treatment of urge urinary incontinence in women: a systematic review of randomized clinical trials. BJU international, 85(3), 254-263.
Camacho, C. I., Gil, D. V., Bueno, L. L., & Frutos, J. S. (2003). Fisioterapia en la incontinencia urinaria en la mujer. Revista iberoamericana de fisioterapia y kinesiología, 6(1), 50-54.
Cano, L. R., & Bravo, C. V. (1999). Incontinencia urinaria. Información Terapéutica del Sistema Nacional de Salud, 23(6), 149-158.
Hay-Smith, E. J., Bø, L. B., & Hendriks, H. J. (2001). Pelvic floor muscle training for urinary incontinence in women. The Cochrane database of systematic reviews, 1.
Martínez Agulló, E., Ruiz Cerdá, J. L., Gómez Pérez, L., Ramírez Backhaus, M., Delgado Oliva, F., Rebollo, P., … & Arumi, D. (2009). Prevalencia de incontinencia urinaria y vejiga hiperactiva en la población española: resultados del estudio EPICC. Actas urológicas españolas, 33(2), 159-166.
Nihira MA, Henderson N. (2003). Epidemiology of urinary incontinence in women. Curr Womens Health Rep, 3, 340-347.
Robles, J. E. (2006). La incontinencia urinaria. In anales del sistema sanitario de navarra (Vol. 29, No. 2, pp. 219-231). Gobierno de Navarra. Departamento de Salud.
Rortveit G, Hannestad YS, Daltveit AK, Hunskaar S. (2001). Age- and type-dependent effects of parity on urinary incontinence: the Norwegian EPINCONT study. Obstet Gynecol, 98, 1004-1110.
Sandvick H, Seim A, Vanvik A, Hunskaar S. (2000). A severity index for epidemiological surveys of female urinary incontinence: Comparison with 48-hour pad-weighing tests. Neurourol Urodyn, 19, 137-145.